Las Selvas tropicales y los peligros que enfrentan - información sobre los selvas tropicales, la deforestación y la biodiversidad

 

- Las Selvas Tropicales

- Características de la selva tropical

- La selva tropical y el medio ambiente

- Capas de una selva tropical

- La Amazonia

- Ecosistema

- Organismos de la selva tropical

- Flora y Fauna

- La Deforestación

- La Conservación

 

Introducción

El propósito de estas páginas es introducir al lector acerca de las verdades de las selvas tropicales y su destrucción, la deforestación y biodiversidad. Las selvas tropicales están desapareciendo. Un gran número de hectáreas por minuto, un número que crece tan rápidamente que sería imposible citar aquí porque crecería anticuado dentro de una semana. Las selvas tropicales son el hogar de más de la mitad de la totalidad de las especies del mundo, que están siendo destruidas con las selvas tropicales.

 

Las Selvas Tropicales

Este informe es sobre muchos aspectos de las selvas: lo que son las selvas tropicales, un breve resumen de las importancias de las selvas tropicales, una descripción de la destrucción de la selva tropical, y una sección informativa sobre cómo una persona promedio puede ayudar a salvar la selva tropical. En este informe, el lector aprenderá muchas cosas, de la gran diversidad de la selva, de por qué simplemente al no comprar una hamburguesa de comida rápida puede ayudar a salvarla. Además, se espera que el lector tenga una mejor comprensión de cómo las lentas economías de los países en desarrollo funcionan, y como las leyes ayudan realmente a proteger el medio ambiente, en cierta medida. Hectáreas de selva tropical se destruyen cada minuto, estas páginas le explicarán al lector por qué está sucediendo esto, y por qué esto tiene que ser detenido.

Las selvas tropicales son ecosistemas forestales caracterizados por altos niveles de precipitaciones, un dosel cerrado y una alta diversidad de especies. Mientras que las selvas tropicales son el tipo más conocido de selva tropical y el foco de esta sección en nuestro sitio web, las selvas tropicales se encuentran realmente ampliamente en todo el mundo, incluyendo las regiones templadas de Canadá, Estados Unidos y la antigua Unión Soviética.

Los bosques pluviales tropicales ocurren típicamente en la zona ecuatorial entre el trópico del cáncer y el trópico de Capricornio, las latitudes que tienen temperaturas calientes y la luz del sol relativamente constante durante todo el año. Los bosques pluviales tropicales se funden en otros tipos de bosque dependiendo de la altitud, la latitud, y diversos suelos, inundaciones y condiciones climáticas. Estos tipos de bosque forman un mosaico de tipos de vegetación que contribuyen a la increíble diversidad de los trópicos.

 

 

El grueso de la selva tropical del mundo ocurre en la cuenca del Amazonas en Suramérica. La Cuenca del Congo y el Sudeste Asiático, respectivamente, tienen la segunda y tercera áreas más extensas de selva tropical. Las selvas tropicales también existen en algunas islas del Caribe, en América Central, en la India, en las islas dispersas en el Pacífico Sur, en Madagascar, en África occidental y oriental fuera de la cuenca del Congo, en América Central y México y en partes de América del Sur fuera el Amazonas. Brasil tiene la mayor extensión de selva tropical de cualquier país de la Tierra.

Las selvas tropicales proporcionan importantes servicios ecológicos, como almacenar cientos de miles de millones de toneladas de carbono, amortiguar las inundaciones y la sequía, estabilizar los suelos, influir en los patrones de lluvia y proporcionar un hogar a la vida silvestre ya los pueblos indígenas. Las selvas tropicales son también la fuente de muchos productos útiles de los cuales dependen las comunidades locales.

Mientras que los bosques tropicales son críticamente importantes para la humanidad, son rápidamente destruidos por las actividades humanas. La mayor causa de la deforestación es la conversión de tierras forestales para la agricultura. En el pasado, la agricultura de subsistencia era el principal motor de la conversión de la selva tropical, pero hoy la agricultura industrial -especialmente el monocultivo y la producción ganadera- es el principal motor de la pérdida de la selva tropical en todo el mundo. La tala de árboles es la mayor causa de degradación forestal y generalmente procede de la deforestación para la agricultura.

 

 

 

Características de la Selva tropical

Las selvas tropicales tienen algunas características únicas. Por ejemplo, cada selva tropical se encuentra en regiones subtropicales, produce al menos 80 pulgadas de lluvia anualmente, tiene una amplia gama de animales y plantas disponibles que crean relaciones "simbióticas" entre ellos. Una relación "simbiótica" simplemente significa que todas las especies comparten un propósito que se ayuda mutuamente a largo plazo. Cada selva tropical tiene un "toldo" distintivo, o capas diferentes donde vive cada especie. La mayoría de las plantas y animales que no viven en el suelo del bosque residen en el otro mundo de hojas conocido como el dosel. El dosel se encuentra a 100 pies del suelo de la selva tropical, donde las ramas y las hojas que se solapan de los árboles de selva tropical crean un hábitat totalmente diferente. Los científicos estiman que casi 60 a 90 por ciento de toda la vida silvestre en la selva tropical vive en el dosel. Muchos de los animales que viven en el dosel son: monos, pájaros, serpientes, pequeños gatos, lagartos, perezosos y ranas. El dosel produce un clima más seco y más caliente que otras partes de la selva tropical. Muchos de los animales se han adaptado a condiciones duras dentro del dosel. Algunos animales de dosel han logrado volar, deslizarse y saltar entre las copas de los árboles.

 

 

Bosques tropicales y el medio ambiente

Las selvas tropicales juegan un papel importante en la estabilización del clima mundial al absorber el exceso de dióxido de carbono emitido a la atmósfera desde otras partes del mundo. El consumo humano en el mundo occidental ha contribuido a la actual crisis del cambio climático. Debido a la deforestación, el planeta podría ver más eventos cataclísmicos si continuamos estropeando el ecosistema natural establecido en el lugar por la Madre Naturaleza. La deforestación ayuda a la destrucción de ese ecosistema y contribuye al cambio climático al emitir carbono almacenado en la atmósfera al quemar los desechos. Los bosques tropicales también ayudan a mitigar el aumento de las temperaturas locales y la precipitación.

 

La capa emergente es la capa más alta de árboles en la selva, y alcanzan hasta 200 pies sobre el suelo de la selva tropical. Cada uno de los troncos de árboles emergentes miden aproximadamente 16 pies (4.8 m) de circunferencia. Los emergentes son árboles de hoja perenne con hojas grandes. Monos, águilas, mariposas y murciélagos son sólo algunos de los animales que viven en esta capa de la selva tropical. La capa del dosel o del Canopy es la capa primaria de la selva y produce una especie de "techo" para las capas inferiores. Hay muchas formas animales diferentes como tucanes, serpientes y ranas. El sotobosque, que está debajo del dosel, recibe muy poca luz del sol, pero no es completamente oscuro y húmedo como el suelo del bosque. No muchas plantas crecen por encima de 12 pies (3.6 m) en el nivel del sotobosque de la selva. Muchos de los animales incluyen: jaguares, ranas arbóreas y leopardos. Los insectos prosperan en el nivel del sotobosque de la selva tropical. El suelo de la selva tropical produce un hábitat oscuro y húmedo para la vida vegetal y animal que cohabita allí. La sombra constante viene como resultado del toldo que flota a cientos de pies sobre tierra.

El suelo de la selva tropical es un aspecto importante de su ecosistema. Por ejemplo, el suelo del bosque permite que los hongos y otros microorganismos descompongan el follaje de las plantas y los cadáveres de insectos y otros organismos muertos para reciclar los nutrientes y otros materiales de vuelta al ecosistema. Los animales más grandes de la selva viven en el suelo del bosque, incluyendo elefantes, jaguares, tigres y tapires. Las selvas tropicales también tienen algunos de los ríos más grandes del mundo debido a la cantidad significativa de lluvia recibida anualmente. Algunos de estos ríos incluyen el Amazonas, el Orinoco, el Congo y el Mekong. Otros arroyos más pequeños, arroyos y afluentes están vinculados a estos enormes ríos que contribuyen a su flujo masivo. Por ejemplo, el Amazonas tiene 1.100 afluentes solos. Estos ríos también contienen algunas de las especies más maravillosas del planeta Tierra.

 

La Amazonia

La Amazonia, también denominada Amazonía, (en portugués: Amazônia, en francés: Amazonie, en inglés: Amazonia o el Amazon Jungle, en neerlandés: Amazone) es una selva húmeda de hoja ancha que cubre la mayoría de los bosques de la Amazonia y de la Amazonía, De la cuenca amazónica de Sudamérica, es una vasta región de la parte central y septentrional de América del Sur que comprende la selva tropical de la cuenca del Amazonas. Las adyacentes regiones de las Guayanas y el Gran Chaco también poseen selvas tropicales, por lo que muchas veces se le considera parte de la Amazonia.

Esta selva amazónica es el bosque tropical más extenso del mundo. Se considera que su extensión llega a los 7 millones de kilómetros cuadrados (2.100.000 millas cuadradas) están cubiertos por la selva tropical, repartidos entre nueve países, de los cuales Brasil y Perú poseen la mayor extensión de la Amazonia, Brasil con el 60% de la selva, seguido por Perú con 13%, Colombia con 10% y con cantidades menores seguidos por Bolivia, Venezuela, Ecuador, Guyana, Guayana Francesa y Surinam. Los estados o departamentos en cuatro naciones contienen "Amazonas" en sus nombres. El Amazonas representa más de la mitad de las selvas tropicales restantes del planeta, se destaca por ser una de las ecorregiones con mayor biodiversidad y comprende el mayor y más biodiverso tracto de selva tropical en el mundo, con un estimado de 390 millones de árboles individuales divididos en 16.000 especies.

La Amazonia. El 11 de noviembre de 2011 la selva amazónica fue declarada como una de las siete maravillas naturales del mundo.

 

Etimología

Se dice que el nombre de Amazonas surge de una guerra que Francisco de Orellana luchó con los Tapuyas y otras tribus. Las mujeres de la tribu peleaban junto a los hombres, como era su costumbre. Orellana derivó el Amazonas conocido de las Amazonas de la mitología griega, descrita por Herodotus y Diodorus.

Ecosistema

La selva amazónica se desarrolla alrededor del río Amazonas y de su cuenca fluvial. Las altas temperaturas favorecen el desarrollo de una vegetación tupida y exuberante, siempre verde. El título de el Pulmón del Planeta que ostenta la Amazonia no es casualidad, ya que mantiene un equilibrio climático: los ingresos y salidas de CO2 y de O2 están equilibrados. Los científicos ambientalistas concuerdan en que la pérdida de la biodiversidad es resultado de la destrucción de la selva, y que se evidencia con la aparición en el área del río Caquetá a un sistema anterior del bosque selvático en el cual se utilizaron suelos de forma permanente “tierras prietas” gracias a su progresivo abono y por lo que así evitó las migraciones.

Toda la flora de la selva tropical húmeda sudamericana está presente en la Selva Amazónica. Existen en ella innumerables especies de plantas todavía sin clasificar, miles de especies de aves, innumerables anfibios y millones de insectos.

La Amazonía Peruana es una de las regiones de mayor riqueza biológica del mundo, pues la presencia de diferentes pisos altitudinales que posee en su unión con la cordillera de los Andes, origina gran cantidad de ambientes particulares y, por lo tanto, un alto índice de endemismos.

 

Organismos de la selva tropical

La selva contiene más del 50 por ciento de todos los organismos vivos en la Tierra, a pesar de que sólo cubre menos del 2 por ciento de la superficie del planeta. Por ejemplo, los bosques tropicales albergan más de 170.000 especies de plantas conocidas en el mundo. Madagascar tiene cerca de 500 especies de ranas. Una extensión de menos de dos campos de fútbol también puede tener más de 400 especies de árboles. El Parque Nacional Manu tiene más de 1.300 especies de mariposas. Las selvas tropicales producen una abundancia de especies de plantas y animales debido a su clima cálido y la exposición al sol, que inicia un proceso conocido como fotosíntesis. Además, el dosel ofrece amplios lugares para que las plantas y los animales vivan. Produce fuentes de alimento, refugio y escondites que proporcionan una interacción de depredador y presa que ayuda en el equilibrio natural del ecosistema de la selva tropical. Muchas de las especies dentro de la selva, particularmente los insectos y los hongos, no han sido descubiertas por los científicos modernos. Nuevas especies de mamíferos, ranas, reptiles y aves son descubiertas anualmente en las selvas tropicales.

 

 

Las selvas tropicales proporcionan un hábitat natural para varios mamíferos, incluyendo lémures, elefantes, tigres, jaguares, leopardos, monos, simios, murciélagos y roedores. La mayoría de los mamíferos que viven en la selva son pequeños y nocturnos. Además, los bosques tropicales albergan muchos tipos de aves, incluyendo cuernos, tucanes, aves rapaces, halcones, buitres y águilas. Algunas aves migran durante el invierno y regresan a áreas más frías durante los meses de primavera y verano. Reptiles y anfibios, como ranas, sapos, salamandras, tritones y caecilianos, se encuentran en todas las áreas de la selva tropical, incluyendo el dosel. Muchas de estas especies están amenazadas por la pérdida de hábitat, el cambio ambiental, el comercio de mascotas y una enfermedad rara que ha matado a más de 170 especies de ranas en los últimos 30 años. Las aguas pluviales contienen principalmente especies de agua dulce no identificadas. Algunos de los peces de agua dulce comunes, como el pez ángel, pez disco, tetras de neón y bagre son de selvas tropicales ubicadas en América del Sur. Otras especies de peces exóticos, como el pez Beta, danios y gouramis son de Asia.

 

Flora

Un 20% de las especies mundiales de plantas se halla en el bosque amazónico. En las lagunas a lo largo del río Amazonas florece la planta Victoria amazonica, cuyas hojas circulares alcanzan más de un metro de diámetro.Está constituido por los bosques donde se encuentran una cantidad increíble de árboles de todo tipo: itahuba, caricari, tajibos, cedro, ruta barcina, mandrilo y otros. El 50% de las especies de madera son exóticas.

 

Existen muchas especies de plantas medicinales que pueden curar toda clase de enfermedades como ser: úlceras, asma, mordeduras de víbora, problemas sanguíneos, apendicitis, problemas cardíacos, respiratorios, dentales, problemas digestivos y otros.

En algunas lagunas también existen variedades de lilaceas muy llamativas como la Reyna Victoria que llega a medir hasta los 2 metros de díametro que es la planta acuática más grande del mundo.

Flores silvestres de increíble belleza y variedad que dan colorido a la zona, y pueden ser encontradas a lo largo de toda la zona desde los ríos hasta el monte.

 

Fauna

Entre los mamíferos, el Amazonas posee enorme cantidad de especies, como los monos, el jaguar, el puma, el tapir y los ciervos. En sus aguas viven dos especies de delfines, como el delfín rosado.

Se encuentran reptiles como gran cantidad de especies de tortugas acuáticas y terrestres, caimanes, cocodrilos, y multitud de serpientes, entre ellas la anaconda - el mayor ofidio del mundo-, etc.

 

No hay otro ecosistema en el mundo con tanta cantidad de especies de aves; entre estas destacan los guacamayos, tucanes, las grandes águilas como el águila harpía, y otras muchas especies, en general de coloridos plumajes. Un 20% de las especies mundiales de aves se halla en el bosque amazónico.

 

 

Para los aficionados al acuarismo, se trata de una fuente que provee la mayor cantidad de especies piscícolas que hoy en día pueblan los comercios y acuarios del planeta.

 

LA DEFORESTACION, CAUSAS Y CONSECUENCIAS

El ser humano en sus actividades económicas, en sus asentamientos, actividades industriales, agrícolas, etc. Necesita ocupar un territorio. Año tras año, se han ido talando millones de hectáreas para cambiar los usos del suelo y extraer madera para numerosas aplicaciones. Es por eso, que las selvas tropicales y los bosques pluviales podrían desaparecer completamente en menos de cien años si continúa el ritmo actual de deforestación.

 

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A parte de para conseguir papel, los motivos de la tala de árboles son muchos. Es cierto que la mayoría de estos motivos están relacionados con las ganancias económicas o con la necesidad de los granjeros de poder mantener a sus familias. Deforestar un bosque para realizar en él actividad agrícola es algo que se ha venido haciendo durante casi toda la historia, desde que se descubrió la agricultura y la ganadería.

 

 

Por otro lado, están las operaciones madereras comerciales. Estas proporcionan productos de pulpa de papel y madera al mercado mundial y es responsable de la tala de innumerables bosques cada año. A todo esto se le suma la acción furtiva de muchos leñadores que construyen carreteras para acceder a los bosques cada vez más remotos. Estas actividades generan un gran impacto en la flora y fauna de todo el planeta.

 

 

La deforestación se da por la explotación de la madera y por el territorio. Cuando eliminamos un bosque y ese terreno es utilizado para una urbanización o para actividad agrícola, disminuye la capacidad de la superficie terrestre para poder controlar su propio clima y su composición química. Como bien sabemos, los árboles producen el oxígeno que respiramos y se encargar de absorber el CO2 que emitimos.

Los informes del Center for International Forestry Research (CIFOR) señalan que el rápido crecimiento en las ventas de carne de res brasileña, ha acelerado la destrucción de la selva tropical de la Amazonia. Jeremy Rifkin, presidente de la Fundación de Tendencias Económicas afirmó en una entrevista que "Estamos destruyendo el Amazonas para alimentar vacas".

 

 

El 3 de abril de 2006 Greenpeace Internacional presentó el informe Devorando la Amazonia, el cual habla sobre la deforestación que se está produciendo en la selva amazónica para introducir cultivos de soja y cómo esa soja acaba siendo exportada para la alimentación de ganado que acaba sirviendo de alimento en cadenas de comida rápida y supermercados.

Cuando se elimina un bosque y el terreno es destinado, por ejemplo, a la explotación agrícola o ganadera, disminuye en gran medida la capacidad de la superficie terrestre para controlar su propio clima y composición química.

Los árboles crean oxígeno, elemento que sabemos bien, necesitamos para respirar. Esa sola circunstancia parecería motivación suficiente para dejarlos intactos. En calidad de pulmones del planeta, los bosques trabajan las 24 horas para extraer el dióxido de carbono del aire (proceso denominado “captura de carbono”) y brindarnos oxígeno a cambio.

 

 

Hoy en día, muchos científicos preocupados por el cambio climático investigan toda clase de posibles mecanismos naturales y artificiales para poder capturar y absorber el carbono (CO2) de la atmósfera con la esperanza de moderar el cambio climático, pero el sistema más natural y eficiente es este: un gran bosque o una selva, que captura el carbono de la atmósfera y nos brinda el tipo exacto de aire que necesitamos para respirar. Además al preservarlo ayudaríamos a la conservación de la biodiversidad, dado que las especies necesitan de hábitats donde desarrollarse y poder vivir bien. Si talamos los bosques conseguiremos fragmentar sus hábitats y romper el equilibrio ecológico.

Y aun hay más: los bosques cumplen otros servicios vitales. Recolectan y filtran nuestra agua dulce, con lo cual mantienen el ciclo hidrológico general del planeta y moderan inundaciones o sequías. Conservan la salud del suelo porque sostienen en el lugar la fértil capa superficial, rica en nutrientes. ¿Cómo se nos ocurre destruir a tan indudables aliados?

Una de las mayores amenazas para la vida del hombre en la Tierra es la deforestación. Esta actividad que implica “desnudar el planeta de sus bosques” y de otros ecosistemas como de su suelo, tiene como resultado un efecto similar al de quemar la piel de un ser humano. ¿Por qué decimos esto? Sin lugar a dudas, los bosques ayudan a mantener el equilibrio ecológico y la biodiversidad, limitan la erosión en las cuencas hidrográficas e influyen en las variaciones del tiempo y en el clima. Asimismo, abastecen a las comunidades rurales de diversos productos, como la madera, alimentos, combustible, forrajes, fibras o fertilizantes orgánicos.

 

 

La Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Medio Ambiente y (CNUMAD) establece que la protección ambiental es una parte integrante de desarrollo, que debería tener como objetivo aliviar la pobreza y lograr un equilibrio entre la eficiencia económica y la sostenibilidad. Se reconoce por parte de este organismo internacional, que todos los bosques del planeta deben ser objeto de una ordenación sostenible, que garantice sus servicios y beneficios sociales, económicos y ecológicos.

Los bosques y el régimen de lluvias

Una de las funciones más importantes de los árboles es su capacidad para la evapo-transpiración de volúmenes enormes de agua a través de sus hojas. Este proceso comienza cuando el agua, por efecto del calor del sol, se evapora (pasa del estado líquido al gaseoso) y se incorpora a la atmósfera como vapor de agua.  A medida que asciende y por disminución de la temperatura, el vapor de agua se condensa (se convierte en pequeñas gotas) formando las nubes. El agua condensada en las nubes cae finalmente en forma de lluvia sobre los continentes, permitiendo así el crecimiento de los árboles y de sus raíces, como también el de otros organismos vivos.

 

 

Por otro lado, una vez que sus hojas caen estas se pudren en el suelo, determinando, su enriquecimiento; ya que los nutrientes son reciclados rápidamente por las bacterias del terreno, cerrándose así un ciclo. Es decir entonces, que si se eliminan los árboles, la lluvia cesará, pues ambos factores se encuentran estrechamente relacionados. Sin la lluvia, la tierra comenzará a morir, produciéndose una fuerte erosión y la zona de bosque se convertirá finalmente en un desierto.

 

 

Sin lugar a dudas podemos citar ejemplos del fenómeno que se vino explicando. Tal es el caso del desierto de Harrapan, en Pakistán. Inicialmente se trataba de una zona rica en bosques, que disfrutaba de un régimen de lluvias adecuado gracias a los monzones (vientos estacionales): resultado así una buena muestra de ecosistema forestal auto sustentador. Los bosques fueron talados gradualmente por los ganaderos, que necesitaban hierbas para sus rebaños. La precipitación en forma de lluvia se mantuvo en la región, hasta que la tala masiva afectó a más de la mitad del territorio. Como consecuencia, las lluvias cesaron y el área se volvió árida y los bosques circundantes murieron también. En la actualidad la zona es un semidesierto, capaz de mantener tan sólo a una pequeña cantidad de  personas y otros organismos que antes vivían del bosque.

 

 

Otro ejemplo es la Cuenca Amazónica, compartida por siete países, con una extensión de 6.700.000 km2. Casi 70% de esta se encuentra en Brasil (representando un 30%  de la selva tropical que queda en el planeta). Parcelas de ellas que contienen la mayor diversidad biológica, colindan con terrenos  talados y quemados a los que se les dará uso agropecuario.  Al ritmo actual de deforestación y sumado al continuo cambio climático, los científicos aseguran que en dos decenios se destruirá 40% de la Amazonia y que otro 20% se degradará.

La deforestación, por tanto, puede ocasionar la extinción local o regional de especies, la pérdida de recursos genéticos, el aumento de plagas, la disminución en la polinización de cultivos comerciales o la alteración de los procesos de formación y mantenimiento de los suelos (erosión). Asimismo, impide la recarga de los acuíferos y altera los ciclos biogeoquímicos. En suma, la deforestación provoca pérdida de diversidad biológica a nivel genético, poblacional y eco sistémico.

 

 

Europa es el único continente donde los bosques progresan. Reemplazan las tierras agrícolas, menos utilizadas que antaño. Pero estos bosques son menos naturales que los antiguos: el  74% de los bosques europeos han estado, de hecho, amenazados o han sido transformados. Los países europeos con mas bosques son Suecia y Finlandia. El bosque ocupa alrededor de un 70% de las tierras.

 

 

La deforestación, como todo proceso tiene sus causas fundamentales.  Entre ellas pueden citarse: el cambio del uso del agua para actividades ganaderas y agrícolas, los incendios y enfermedades forestales o la tala incontrolada de árboles.  En la actualidad, la deforestación de los bosques tropicales constituye una auténtica amenaza. Si analizamos estadísticamente tasas de deforestación en las distintas áreas ecológicamente importantes -bosques tropicales húmedos, bosques tropicales secos, bosques de llanura, bosques de montaña-, se puede concluir que, en los últimos años, este proceso ha resultado mucho más intenso en las zonas secas y semiáridas, especialmente en las montañas.

 

 

Esto es comprensible, dado que las áreas de mayor altitud o más secas resultan más adecuadas para la ganadería. Los suelos de estas regiones, en general, son más ricos y fácilmente cultivables que los suelos viejos de las llanuras tropicales, prácticamente lavados de todo tipo de nutrientes. Además de las restricciones agronómicas, hay que tener en cuenta la limitación que supone para la colonización la presencia de diferentes enfermedades, como malaria o fiebre amarilla, mucho menos extendidas en zonas de montaña o secas que en áreas húmedas.

Anualmente perdemos 13 millones de hectáreas de bosque nativo en el mundo, especialmente los bosques tropicales tanto en Asia, como en África y América. Si nos detenemos en Argentina, se ha producido una importante disminución de la selva en Misiones, Salta y Jujuy. Una de las principales causas de la deforestación es la explotación maderera. En algunos casos se aprovechan las maderas de los árboles nativos y en otros la deforestación se produce para realizar plantaciones forestales. También se tala el bosque, se aprovecha la madera y luego las tierras se destinan a la agricultura.

 

 

Sin lugar a dudas esta actividad genera serios problemas, ¿por qué? Porque no sólo afecta al medio ambiente, sino genera problemas sociales, afectando sobre todo a millones de personas que viven en el bosque y que obtienen de ellos sus medios de vida. Si bien existen regulaciones a nivel nacional para evitar la depredación de este recurso, muchas de las empresas no cumplen las normas, explotando los bosques con una intensidad y velocidad que no permite la regeneración de estos bastiones ecológicos.

Por mencionar sólo una razón más que por sí sola debería bastar para que no sigamos adelante con la pésima idea de talar bosques y selvas: un cuarto de nuestros medicamentos derivan de allí, en especial de las selvas tropicales. El curare, un anestésico y relajante muscular que se usa en cirugías; el ipecac, para tratar la disentería, y la quinina, para la malaria, son apenas unos pocos ejemplos. No hace mucho tiempo, los químicos occidentales se fascinaron con una planta nativa de las selvas tropicales de Madagascar, la vinca rosada, al enterarse de que los curanderos de la isla la usaban para tratar la diabetes. Esta planta de flores rosas resultó tener propiedades anticancerígenas, y ahora se emplea en la fabricación de dos medicamentos: la vincristina y la vinblastina. La primera sirve para tratar la enfermedad de Hodgkin; la segunda demostró ser una droga maravillosa para los pacientes de leucemia infantil, cuyas posibilidades de supervivencia se han elevado al 95% desde el escaso 10% diagnosticado antes de que se descubriera la planta.

 

La necesidad de un desarrollo sostenido

La incidencia de la población sobre el mantenimiento de los bosques reviste caracteres de especial gravedad en el caso de la Amazonia, donde la llegada de campesinos a partir de la segunda mitad del siglo XX ha venido a trastocar el equilibrio ambiental mantenido por los pueblos aborígenes que utilizaron de los mismos durante milenios, sin que su estado de conservación resultara afectado sustancialmente. El establecimiento de nuevos colonos en estas zonas se ve favorecido por la existencia de programas gubernamentales, que conceden títulos de propiedad a los campesinos que convierten un terreno baldío en terreno productivo. Con frecuencia, los colonos talan no sólo la parcela de terreno que les ha sido asignada, sino una superficie mucho mayor. Por otro lado, el acceso a la región de estas nuevas poblaciones se ha visto favorecido por la presencia de carreteras, construidas para facilitar la explotación de estas áreas, como consecuencia de la presión que ejercen las empresas madereras, mineras y petrolíferas.

 

 

Así pues, en casos como el apuntado, la solución a los problemas que afectan los bosques pasa por un desarrollo sostenible de los recursos y una fuerte voluntad política de poner fin a la tala indiscriminada. Además, es preciso el reconocimiento de los derechos territoriales de los pueblos aborígenes que han demostrado estar comprometidos con la conservación de los bosques, y evitar la migración de los campesinos hacia estas zonas. Esta última condición precisa de una redistribución equitativa de las tierras agrícolas, de tal forma que la supervivencia y la calidad de vida del campesinado queden aseguradas y sea innecesaria la migración y la consiguiente deforestación.

 

 

Entre 2000 y 2005 la deforestación se ha agravado en América del Sur y el sureste asiático. Por el contrario, se han destruidos menos bosques en America Central y en África. El balance entre la destrucción y el progreso de los bosques hace que se pierdan todos los años unos 83.000 Km2 de superficie arbolada.

Cómo combatir la deforestación

De acuerdo con las recomendaciones de las Naciones Unidas, existen diversas medidas encaminadas a frenar el proceso de deforestación. Por un lado, los programas forestales de cada país, los cuales deben hacer partícipes a todos los interesados e integrar la conservación y el uso sostenible de los recursos biológicos. Asimismo, las capacidades nacionales de investigación forestal deben mejorarse y crear una red para facilitar el intercambio de información, fomentar la investigación y dar a conocer los resultados de las distintas disciplinas.

 

 

Es necesario llevar a cabo estudios que analicen las causas de la deforestación y degradación ambiental en cada país, y debe fomentarse la cooperación en temas de transferencia de tecnología relacionada con los bosques, tanto Norte-Sur como Sur-Sur, mediante inversiones públicas y privadas, empresas mixtas, etc. Por otro lado, se requieren las mejores tecnologías de evaluación para obtener estimaciones fidedignas de todos los servicios y bienes forestales, en especial los que son objeto de comercio general.

Mejorar el acceso al mercado de los bienes y servicios forestales con la reducción de obstáculos arancelarios y no arancelarios al comercio, constituye otra de las vías posibles, así como la necesidad de hacer un uso más efectivo de los mecanismos financieros existentes, para generar nuevos recursos de financiación a nivel nacional como internacional. Las políticas inversoras deben tener como finalidad atraer las inversiones nacionales, de las comunidades locales y extranjeras para las industrias sostenibles de base forestal, la reforestación, la conservación y la protección de los bosques.

Los productos de la naturaleza aún constituyen buena parte de lo que venden en el exterior los países en desarrollo para obtener divisas. Pero en muchos casos, los recursos naturales que deben exportar, a veces principalmente para mantenerse al día con los pagos de la deuda externa, están ubicados en medio de ricas zonas ecológicas. A pesar del daño ambiental que puede causar la explotación de tales recursos, a los países con dificultades económicas les resulta difícil prescindir de esos ingresos en favor de la naturaleza.

 

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Conservación

Los bosques tropicales están desapareciendo muy rápidamente. La buena noticia es que hay muchísimas personas que quieren salvar las selvas tropicales. La mala noticia es que el ahorro de bosques tropicales será un desafío, ya que significa que la humanidad tendrá que abandonar las prácticas habituales desarrollando nuevas políticas y medidas económicas a incentivos creativos para preservar los bosques como ecosistemas saludables y productivos.

 

 

Hay personas que están conservando los Selvas Tropicales por ecoturismo y rehabilitación. El ecoturismo es otra actividad que está dando a la gente tours y recorridos por las selvas y bosques mostrándoles lo que estamos perdiendo cortándolos. Se esta ayudando aún más reconstruyendo y restaurando los bosques en ciertas áreas.

Al hablar con los locales que viven en y alrededor de la selva tropical, los conservacionistas pueden obtener información que les permita concentrarse mejor en sus esfuerzos de conservación.

 

 

En la última década se han producido progresos considerables en varios frentes de conservación. Los responsables de la formulación de políticas y las empresas están valorando cada vez más las selvas tropicales por los servicios que prestan, apartando grandes bloques de bosques en áreas protegidas y estableciendo nuevos mecanismos financieros que compensen a las comunidades, los gobiernos estatales y locales y los países para la conservación de bosques. Mientras tanto, las personas que dependen de los bosques están ganando más control de manejo sobre los bosques que han administrado durante mucho tiempo. Las grandes empresas internacionales están finalmente estableciendo políticas que excluyen los materiales provenientes de la deforestación. La gente está abandonando las zonas rurales, lo que lleva a la recuperación del bosque en algunos aviones.

 

 

Algunas empresas de todo el mundo han declarado públicamente que no van a comprar productos que provienen de áreas recientemente despejadas de la selva tropical (la carne de los bosques tropicales a menudo provienen de áreas donde los bosques han sido destruidos.

 

 

Otra forma en que la conservación se ha convertido en la opción económicamente más beneficiosa es a través de créditos de carbono. En virtud del Protocolo de Kyoto, se ha acordado que los países deben reducir sus emisiones de dióxido de carbono un 5% por debajo de los niveles de 1990 antes de 2020, y reforzado por el acuerdo de Paris de 2015, que tiene como uno de sus objetivos a “mantener el aumento de la temperatura media mundial muy por debajo de 2 °C con respecto a los niveles preindustriales, y proseguir los esfuerzos para limitar ese aumento de la temperatura a 1,5 °C con respecto a los niveles preindustriales, reconociendo que ello reduciría considerablemente los riesgos y los efectos del cambio climático”. Los países pueden cumplir con sus recortes obligatorios de emisiones compensando algunas de esas emisiones de alguna otra manera. A través de la conservación o reforestación de la selva tropical, los países pueden recibir créditos.

 

 

Es importante conservar la selva porque muchos recursos para las cosas que usamos todos los días vienen de la selva tropical, incluyendo caucho para neumáticos y especias como la canela y muchos otros artículos comunes. La selva tropical también necesita ser conservada porque la tierra necesita árboles para absorber dióxido de carbono. Aproximadamente 1/4 de las emisiones mundiales de gases de efecto invernadero provienen de la deforestación

Pero la batalla está lejos de terminar. El crecimiento de la población y el consumo significa que las selvas tropicales seguirán siendo objeto de intensas presiones. Al mismo tiempo, el cambio climático amenaza con alterar drásticamente las temperaturas y los patrones de precipitación, lo que podría empujar a algunos bosques hacia puntos críticos.

Así, el futuro de las selvas tropicales del mundo está en gran medida en nuestras manos. Las acciones que tomaremos en los próximos 20 años determinarán si las selvas tropicales, como las conocemos actualmente, están en torno a sostener y alimentar a las generaciones futuras de la gente y la vida silvestre.

 

 

Las  exportaciones de madera son una importante fuente de divisas para varios países tropicales. Los países en desarrollo obtienen alrededor de 7.000 millones de dólares anuales — un 9 por ciento de sus ingresos por exportaciones agrícolas — de los productos forestales. Sin embargo, esas naciones están recibiendo signos contradictorios: son elogiadas por organizaciones internacionales como el Banco Mundial y el Fondo Monetario Internacional (FMI) por sus éxitos en la exportación, y al mismo tiempo se les pide que tengan en cuenta el medio ambiente si desean calificarse para recibir más fondos.

 

EL AVANCE DE LA DEFORESTACIÓN DEL AMAZONAS EN LA ZONA DE RONDONIA (BRASIL)

 

¡Vamos a salvar la selva tropical!

 

 

Fuente: wikipedia.org, Annie Leonard

Investigadores: Adrian Vallenilla contact@amazonian.org)